Cuando nombramos a los caballos, a todos nos entran ganas de movernos, ganas de trotar y galopar para vivir nuevas aventuras.
Antonio Machado
Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía …
¡Ahora no te escaparás!
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